Mi acupuntor me pregunta cosas raras.
Una visita con un acupuntor puede resultar diferente a una consulta con un médico tradicional.
La mayoría de la gente occidental puede estar familiarizada con aparatos tales como un estetoscópio, un depresor o un termómetro, y así estar dispuesto a que le ausculten o le introduzcan objetos fríos en la boca u otras partes del cuerpo
Un acupuntor posiblemente no utilice estos procedimientos, aunque puede utilizar otros no menos incómodos. Estas son algunas de las cosas que puede esperara en la primera visita de acupuntura:
Uno de los procedimientos que puede incomodar a algunas personas en su primera visita es cuando se le pregunta si puede sacar la lengua. La semiología del acupuntor incluye la observación de la lengua. Normalmente la gente no se para a mirar su lengua, ni la de los demás, pero esta pequeña estructura de nuestra boca puede darnos mucha información para el diagnóstico, y es frecuente que después de la primera sesión, el paciente observe su lengua y la de sus familiares y amigos con mucha curiosidad por varios días. Tal vez, si están leyendo estas líneas, vayan al espejo a mirarse…
Otra de las observaciones frecuentes es la toma del pulso, si bien en este contexto no se mira el número total de latidos, si no las características y el ritmo. El pulso es tomado en 6 posiciones y a 3 profundidades diferentes, pudiendo haber en cada nivel características diferentes. Algunos términos utilizados para describir el pulso son: Fino, rugoso, resbaladizo, de cuerda… Esto nos informa sobre el estado energético general y de órganos internos.

La toma del pulso es una práctica habitual en el diagnóstico de medicina oriental. Al igual que con la lengua, se puede así percibir el estado energético de la persona.
Ventosas. Son usados unos recipientes en forma de vaso o cilindros para crear succión en diferentes partes del cuerpo. Suelen ser molestos por la presión que generan y dejar marca o morado durante algunos días. Pueden ser usados como terapia y/o diagnóstico.

Las ventosas, en sus diferentes variaciones, es una técnica terapéutica tradicional no sólo en oriente sino también en culturas occidentales.
Interrogatorio. Hacer preguntas es normal. El acupuntor preguntará acerca de muy diversas cosas.
Algunas pueden parecer muy obvias, como si una persona consulta por una hernia discal, se puede esperar que le pregunten dónde le duele, o si tiene dolor abdominal, qué y cómo come. Otras veces la relación puede no ser tan directa, o incluso parecer que no tiene nada que ver; así a veces se verá preguntado sobre cosas como sus hábitos intestinales, el aspecto de sus heces o el color de su menstruación, pasando también por hábitos de sueño, órganos sensitivos y otros varios.
En general, de una manera conceptual, ambas consultas tendrían que ser esencialmente muy similares, puesto que ambos profesionales están haciendo un trabajo de semiología y anamnesis. Esto es, recoger información para llegar a un diagnóstico.
El problema aparece cuando no hay tiempo para realizar esta labor paciente-médico.Es habitual encontrar en consulta pacientes que expresan su insatisfacción por la escasa atención recibida en centros de salud públicos. Si los datos son ciertos, en España más de la mitad de los pacientes que acuden a atención primaria disponen de menos de 5 minutos con su médico de cabecera, lo cual en nuestra experiencia, es tiempo suficiente para dar la bienvenida, ofrecer un vaso de agua y dar la despedida.
El tiempo para observar, preguntar y palpar al paciente es fundamental para guiar el tratamiento