“Es fundamental trabajar para que los pacientes tomen consciencia de su salud, de forma que puedan cuidar de ella cuando están sanos, desde la prevención apostando por fomentar pacientes que no acuden automáticamente a unas pastillas de alivio rápido cuando tienen un dolor, sino a buscar y comprender el origen de su dolor, fomentar una consciencia de salud natural y un poco más autónoma.”
Conocer el gran poder que cada uno de nosotros posee es un profundo e íntimo acto de confianza en sí mismo. Esta confianza es necesaria para todos los desafíos con los que nos enfrentamos a lo largo de nuestra vida: en el trabajo, en nuestra vida sentimental y por supuesto en nuestra salud.
Concienciarse de donde proviene nuestro bienestar es el primer paso antes de entender el control que tenemos sobre nuestra salud. Dependemos de dos elementos indivisibles que componen nuestros ser: cuerpo y mente, imposibles de curar el uno sin el otro. Es un concepto que ya nuestros propios antepasados habían entendido perfectamente: los latinos afirmaban “Mens sana en corpore sano” . Una mente sana solo puede existir dentro de un cuerpo sano. De un lado nuestro bienestar psicológico influye fuertemente a nuestro bienestar físico y viceversa y por otro lado nuestro organismo posee una fuerte tendencia a la autocuración, que responde al primordial instinto de supervivencia.
Reequilibrar la energía del cuerpo y conservarla, buscar la energía misma que cada paciente posee. Se trata de un proceso mucho más natural de lo que podamos imaginar. Cada disturbio o enfermedad que nuestro organismo genera es la manifestación de una falta de equilibrio entre nuestro cuerpo y nuestra mente o puede deberse a que uno de estos elementos esté sufriendo algún tipo de carencia. Entender la causa profunda que genera una enfermedad es clave, además de descubrir las herramientas que ayuden al proceso de auto curación de nuestro organismo, este es el secreto de una salud estable y de larga duración.
La medicina convencional, a través del uso de fármacos, ataca la manifestación o consecuencias y no las causas de una enfermedad. Además la medicina alopática, diversamente de la naturista, no considera en mucho casos, nuestra mente y nuestra situación interior, concentrándose en tratar solo nuestra parte física.
No se trata de un enfrentamiento entre medicina convencional y naturista. En realidad un cuidado integral y correcto de nuestra salud es un sensato equilibrio entre las dos. La evolución de la medicina tradicional ha alcanzado objetivos importantes y es capaz de dar una solución rápida y más efectiva en determinadas condiciones. La manifestación de un disturbio puede ser atacada y neutralizada a través del uso de fármacos, pero en la mayoría de los casos, la causa que ha generado la enfermedad sigue existiendo. De esta forma la manifestación puede volver a aparecer en cualquier momento.
Jun Sik Han dirige el Centro-Nirvana de Barcelona y su misma trayectoria personal ha sido un ejemplo de unión entre la cultura oriental y cultura occidental. Vive en España prácticamente desde su nacimiento sin haber perdido nunca el lazo con sus origines. A los 28 años se fue a Corea para profundizar medicina china y medicina naturista junto a su padre Han Dong Kyu que, durante cuarenta años, trabajó como médico naturista. La formación de Jun se completa definitivamente en Europa con la titulación de la escuela Asmena de España y la licenciatura de la Universidad de Gales. Su experiencia personal ha sido un puente entre dos culturas y dos tradiciones diferentes marcando profundamente el enfoque de la actual metodología medica del centro Nirvana. Se procura siempre formular un diagnostico desde el punto de vista de la medicina china y contrastarlo sucesivamente con un diagnostico de la medicina tradicional: una doble confirmación permite actuar después de haber evaluado todas las posibilidades y proporciona a los pacientes una mayor seguridad. Una vez recuperada la salud, se cuida de esta para mantenerla a lo largo de los años.
“Es fundamental” dice Jun “trabajar para que los pacientes tomen consciencia de su salud, de forma que puedan cuidar de ella cuando están sanos, desde la prevención apostando por fomentar pacientes que no acuden automáticamente a unas pastillas de alivio rápido cuando tienen un dolor, sino a buscar y comprender el origen de su dolor, fomentar una consciencia de salud natural y un poco más autónoma.”
El Centro Nirvana propone la colaboración entre dos culturas médicas que han desarrollado diferencias en sus conclusiones pero no en sus objetivos: la salud de los pacientes. Pues en el diálogo y en la colaboración se encuentra una forma sencilla de alcanzar este objetivo. Esperamos, a través de este blog, seguir manteniendo vivo este diálogo y sobre todo iniciar a nuestros lectores hacia el camino del descubrimiento de nuestro propio potencial para cuidar mejor de nuestra salud.
