Salud en invierno. Consejos de medicina china
Con la llegada del invierno ocurren algunos cambios en nuestro organismo, los cuales, debemos de tener en cuenta si queremos mantenernos con una buena salud, tanto física como mental, para después entrar en la primavera con energías renovadas.
Uno de los conceptos fundamentales de la medicina oriental es la interrelación de la persona con el medio que le rodea y los ciclos naturales. Por poner un ejemplo gráfico, si imaginamos un árbol en invierno, podemos visualizarlo sólo con ramas y sin hojas; hay menos luz y temperatura, no tiene hojas, no crece, su actividad se reduce, parece inerte. Sin embargo, en su interior sí hay vida, como en una semilla, a la espera. Cuando llega la primavera, el árbol renace, tira nuevas ramas y hojas, expande sus raíces, aumenta su actividad, produce flores, se expande.
Este es el ciclo natural.
Qué ocurriría si el árbol quisiera expandirse durante el invierno, movilizando su energía (Yang) en un momento de calma (Yin)?
Tal vez esto drenaría el Qi, quedando vacío para el despertar de la primavera?
En términos humanos, podría esta ruptura con los ciclos naturales contribuir a las dolencias que sufrimos?
Quiere decir esto que debemos mirar a la naturaleza e imitarla? Tal vez tomar ejemplo del oso y dormir hasta la primavera?
Aunque esto suponga una opción atractiva para muchos, e inviable para la mayoría, realizar algunos cambios en nuestro día a día, puede ser suficiente para hacer una gran diferencia a nuestro estado físico y anímico a lo largo de estos meses.
Acordarse de los ciclos circadianos.
Un número creciente de estudios científicos modernos están ahora desvelando los misterios de la relación entre los ciclos circadianos y el metabolismo humano, comprobando la relación que existe entre la ruptura con estos ciclos y numerosos disturbios de nuestro organismo. Este es un tema extenso, pero para este momento, nos puede ser suficiente tener consciencia de los ciclos día-noche. Así, siguiendo la propia dinámica del sol, hay que ir a dormir más temprano y levantarse más tarde. Dormir un poco más en invierno es aconsejable.
Protegerse del viento y del frío en zonas del cuerpo como lumbar, rodillas, estómago y nuca evitará que entren patógenos externos indeseados.
Hábitos dietéticos
En invierno es mejor evitar alimentos crudos y fríos, los cuales pueden debilitar nuestra energía yang. Es más apropiado una dieta abundante en alimentos cocinados y de naturaleza más cálida.
Esta es una época ideal para acordarse de vegetales de raíz, tubérculos, grano y legumbres. Sopas, guisos y estofados a fuego lento son la forma ideal de cocinar, acompañando todo con algunas especies de naturaleza caliente, como el clavo, el genjibre o la canela.
Esta es también la época por excelencia para abrir aquellas conservas de vegetales y frutas de la despensa (Pueden ver el post anterior sobre Alimentos Fermentados), esto dará un buen empujón a nuestro sistema inmune.
Actividad física
Comenzar el día con un pequeño masaje lumbar e extremidades ayuda a la la circulación del Qi y a calentar el cuerpo al levantarnos.
El ejercício físico es siempre recomendable, pero se ha de practicar con moderación y, si es posible, en interior.
Actividad sexual
En invierno, la actividad sexual debería ser más moderada que en otras épocas. Es un momento para conservar la energía y guardar nuestra esencia.
Hay que recordar que el agua que corre con fuerza en invierno, estará sin fuerza en primavera.
El invierno puede hacer asomar un variado abanico de síntomas.
Es común ver casos como aquellos que se quejan de tener los pies y manos fríos siempre; la nariz taponada, con mucosidad o rinitis; aquellos que se resfrían con facilidad o se pasan el invierno medio resfriados; también hay quien sufre de hypersomnio y les cuesta levantarse de la cama; sentimientos de tristeza durante esta época son frecuentes también.
Para todo esto y más, se pueden poner en práctica estas sencillas recomendaciones. Si se siguen bien, es muy probable que este invierno sean un poco más felices. Si no, siempre se puede acudir a la ayuda de la acupuntura.